martes, 29 de diciembre de 2009

En diciembre



Con o sin carta a los reyes, con o sin propósitos o balance, para mi diciembre es el mes de los recuerdos. Es cuando vuelven a tu cabeza multitud de decisiones y momentos. Y aunque sabes que en la mayoría de esos casos hiciste lo correcto, no se te va de la cabeza.
En mi caso, este año viene uno con especial fuerza, tanta que ya decidí no luchar por ese recuerdo. Sé que dentro de unos días, como todo este espíritu navideño, desaparecerá.
Entre finales del año pasado y a lo largo de este, he visto como multitud de parejas se rompían, cómo personas que parecían destinadas una para la otra decidían que ya no aguantaban más y que se separaban. Así que, mientras que Laura no dejaba de recibir invitaciones a bodas, en mi caso, digamos, que he asistido a varios “divorcios”. (Y aunque no sea el tema principal de este post, con “divorcios” quiero referirme también a esas amistades que se van rompiendo).
Por supuesto, yo fui una de las que, hace ya más de un año, decidió que, harta ya de luchar, lo dejaba con su pareja de momento. No dudé en ningún instante que fue la decisión acertada, y menos ahora, que con el paso del tiempo he comprendido que mi periodo de madurez tenía que pasar por ello. Pero, en estos días en los que veo a esa persona feliz y contenta con alguien a su lado, no puedo evitar que por mi cabeza ronde la dichosa pregunta. Esa que todos alguna vez nos hemos planteado: ¿por qué no pudo ser? ¿Qué falló? E incluso, ¿por qué no fuimos capaces de superar “eso”?
Sinceramente, y como sacar fallos es una de las virtudes del hombre, casi sin pensar sacaremos muchísimos fallos, aquello que no nos gustaba, algo con lo que no podíamos convivir… pero realmente, y con el paso del tiempo, lo que nos duele y lo que nos planteamos es el por qué no pudo ser. Cuando tomamos una decisión en la vida, cuando decidimos estar junto a una persona y no otra, tener una amistad ponemos todos nuestros esfuerzos, energías y esperanzas. Si lo que falla es algo material, no pasa nada. ¡Tomamos tantas decisiones sobre qué coche comprar, dónde cenar, cómo vestir…! Un fallo en este caso no suele llevar a intentar averiguar mucho después el porqué no sucedieron las cosas como pensábamos. “Tomar decisiones es lo que implica, no todas son correctas”, nos decimos a la vez que añadimos “además, no todo depende de nosotros. También depende del entorno, de la suerte…” Sin embargo, en los casos de las relaciones (tanto de amistad como de pareja) sí que volvemos una y otra vez al principio. No podemos evitar mirar atrás, añorar, recordar que perdimos amigos, pareja porque no funcionó. Y es que estos recuerdos, a pesar de su amargura, no nos dejan esos malos momentos compartidos sino los buenos.
Pero es diciembre. Y por mucho que pensemos que porqué dejamos escapar a esa persona que era tan perfecta para nosotros (cuando no lo era), a ese amigo con el que habíamos compartido tantos años… en pocos días llegará un nuevo año en el que no sabemos si cumpliremos nuestros propósitos (si los tenemos), qué decisiones tendremos que tomar ni qué sucederá. Pero a cambio, tendremos otros 12 meses para luchar por lo que creemos, para vivir nuevos amores, encontrar (y reencontrar) amigos… hasta que vuelva ese momento en el que nos preguntaremos en qué hemos fallado

miércoles, 23 de diciembre de 2009

lunes, 30 de noviembre de 2009

La mujer del Que

Hoy como es lunes y me duele una muela pienso quejarme. Pero no de la sanidad, voy a poner verde a la mujer del Que.

Todos los días, desde hace ya algunos años, según llego a la estación de RENFE de Alcalá de Henares me encuentro con tres periódicos gratuitos (en algunos casos muchos más pero siempre había mínimo tres): 20Min, ADN y Que.

Todos los días, según llego a la estación, me enfado. Como siempre, y a pesar de las horas, voy desde la parada del bus (o andando desde mi casa) hasta que me subo al tren rapidísimo y tenía ya cogido el truco para agarrar los 3 periódicos que me daban. ¿Los tres? Nooo.

La persona encargada de entregar el Que siempre está “a lo suyo”. En este caso “a lo suyo” tiene varios significados:

-Hablar por el móvil: este no suele suceder muy a menudo porque ¿quién recibe muchas llamadas a las 7 y media de la mañana?
Antes de que alguien la defienda, vale, en este punto se puede perdonar que esta persona esté “a lo suyo” y no a lo que tiene que estar.

-Mirar hacia otro lado: esto le sale muy bien. Si tú trabajo consiste en mirar al frente y dar periódicos… ¿qué sucede si no miras y además eres incapaz de dar un periódico mientras giras la cabeza porque tus manazas lo agarran como si fuese Gollum con el anillo? Pues que el pelotón de personas que intentan conseguir un periódico crece.

-Charlar: esta mujer, sí porque es una mujer, debe ser la excepción a esa regla no escrita de que las mujeres son capaces de hacer varias cosas a la vez. Puedo asegurar que en un 60% de los casos está charlando con alguno de sus compañeros. ¿Y por qué ellos son capaces de contestar mientras hacen su trabajo de una forma eficiente y ella no? Ella o charla o entrega periódicos.

-Perder el tiempo: este difiere de mirar hacia otro lado. En este caso se queda viendo como sus compañeros son eficientes y reparten periódicos mientras con (o sin periódico en la mano), ella no hace nada. O ver como pasa la gente. O directamente quedarse apoyada en el carrito de los periódicos.

Desde el pasado septiembre (o incluso antes) la pobre persona que ofrecía el ADN ya no está. Sí el carrito en plan self-service, pero no la persona. Ahora si quieres el ADN tienes que cogerlo. Eso sí, la del Que sí que sigue. Y como ha visto que la gente se agachaba a por el ADN, ha decidido que ya ni intenta hacer como que los reparte. Ya que nos agachamos a por uno…

Yo por mi parte, he decidido leerme sólo el 20Min, para que no echen la pobre persona (y por causas que ya comentaré en otro post).

Obviamente, hay crisis, hay mucha gente en paro por lo que los trabajadores intentar ser eficientes y conservar su empleo. ¿Todos? Nooo.

jueves, 19 de noviembre de 2009

"No hay incidencias"

No sé como hay gente que piensa que la vida es aburrida. Yo ya no sé si todo me pasa a mí o es que me gustan las aventuras. Encima, por hacer lo correcto.

Todas las mañanas, cuando comienzo a ser persona, la Ser se acuerda de los usuarios del cercanías y además de contactar con tráfico, contacta con la Renfe. Todos los días es la misma respuesta "a punto de ser la hora punta, no hay incidencias en el servicio". Y todos los días, me rió de esta afirmación.

Hoy podía llegar tarde al trabajo porque tenía que fichar el paro (es lo que tiene ser becaria) pero ya que me iba a ir de viaje decidí hacerlo por internet y así evitarme el jaleo de llegar tardísimo al curro (por culpa de que, a partir de las 9,15h sólo hay un bus cada hora). Asi que, me levanté a la misma hora de siempre y escuché de nuevo "no hay incidencias en el cercanías".

Cargada con mi maleta me fui hasta la estación donde cogí, como siempre, el tren a Atocha. Un trayecto que dura, de acuerdo con la web de Renfe, 38 minutos se convirtió en casi una hora. Decidí no ponerme nerviosa y pasar de todo. Total, hoy no iba a poder correr al llevar la maleta...

En Atocha el tren de Parla decidió que ¡no venía! Y cuando conseguí montarme ya no iba a llegar al último autobús que me acercaba al curro a horas "decentes". A las 9,14h me bajaba del tren y subí todo lo deprisa que pude las escaleras de la estación. No llegué. Adiós bus de las 9,15 (que ademas, para más inri, suele salir antes a pesar de que al joven conductor le han regañado sus compañeros por eso más de una vez).

Como yo iba calmada y relajada decidí que me iba a tomar un largo desayuno de casi una hora. Hasta que apareció un compañero que decidió que cogíamos un taxi. "Si venga, me voy a gastar mi sueldo de becaria en un taxi", pensé. Finalmente optamos por la otra opción: cogernos un bus hasta que acaba la civilización y alli andar (por polígonos) y si veíamos un taxi cogerlo.

Al final, con 5 euros menos en el bolsillo, yo, mi maleta y mi compañero conseguimos cruzar por la puerta del curro un poco antes de las 10 de la mañana.

Por supuesto, lo primero que hice fue entrar a la web de renfe. "NO HAY INCIDENCIAS (ni hubo porque no venía nada) EN EL SERVICIO".

martes, 10 de noviembre de 2009

Lo que NO se debe hacer en bici

Yo iba a hablar de Alcine, ese maravilloso festival de cine que va ya por su 39 edición y para el que tenía, a falta de un pase, 3 pases. Pero, el destino no lo ha querido.

Cuando el pasado viernes volví a mi casa descubrí que mi modem había pasado a mejor vida. Al menos tuvo una muerte tranquila porque ni se quemó ni se cayó ni nada. Simplemente murió. Y gracias a él ya tenía tarea para el sábado por la mañana.

Como parecía que hacía un buen dí y o tardaba un buen rato hasta el Media Markt si iba andando o sino tenía que esperar el bus opté por la bici. Además, uno de los pocos carriles bicis de mi ciudad sale de mi barrio y acababa en mi destino así que encima las infraestructuras estaban de mi parte.

Mientras pagaba mi modem tuve una revelación: iba a caerme. Y pensé "uy este modelo no me cabeen la mochila, debería o coger otro o pasar por Decathlon a comprarme una mochila más grande". Pero hice caso omiso a mi sexto sentido y decidí que con mucho cuidado podía llevar la bolsa colgada del manillar.

Asi que, tras hacer unos recados y perder 40 minutos de mi vida en la tienda de Yoigo, me volví a subir a mi bici y me puse a peladear. Ya había alcanzando terreno seguro (el carril bici) cuando una ráfaga de aire consiguió lo que piedras, caminos, puertas, ventanas (bueno en este caso no todas) y paredes no había conseguido: hacerme una brecha.

Sólo diré que me ví en el suelo, llena de sangre (tanto yo como el carril bici) y con mis gafas de sol a 20 metros. Al momento pararon varios coches que decidieron calmarme y una mujer me puso la mano en la cabeza para evitar que el chorro saliese. Yo, una vez que vi que mis gafas estaban bien, opté por preocuparme ya que no podía ver la gravedad de mi lesión.

Por supuesto, llamaron al 112 y mi preocupación cambió por mis hormonas. ¡Un chico guapo me decía que me acercaba él al hospital! No se lo permitieron (además, yo no pensaba dejar mi bici así porque sí por muy bueno que estuviese el pavo) y el joven se marchó con el rabo entre las piernas. A cambio apareció otro joven que era técnico de emergencias de la Cruz Roja que me puso una venda y vio que tampoco mi brecha era para tanto. LLamé a mi hermano para que viniese a por la bicicleta, vino la policía (que se llevó la bici a comisaría), la ambulancia y me fui, con la manta que me había dejado una mujer que era majísima, al hospital.

En el hospital me curaron, vieron que no necesitaba puntos y me mandaron para casita con un parte médico que decía que tenía que tomarme ibuprofeno y ponerme hielo y una estupenda hoja (que os escanearé) según la cual no podía comer nada en 12 horas ¿y cómo iba a tomarme la pastilla con el estómago vacío?) ni ver la tele, leer...

Como eran "consejos" decidí comer un trozo de pizza y ponerme a instalar el modem. Ese que no funciona.

lunes, 26 de octubre de 2009

Un "no" al que le habría gustado ser un "si"

Hoy me llevé para comer un tupper de lentejas. Y no las como porque no me gustan. Pero ayer, sin coacción alguna, decidí que hoy iba a comer lentejas.

Cuando vamos creciendo vamos adquiriendo responsabilidades y aprendiendo a tomar decisiones. Al principio preguntamos a nuestros padres para que nos guíen porque pensábamos, aunque no siempre les hiciésemos caso, que saben qué es lo correcto. Sin embargo, según va avanzando el tiempo y vamos creciendo, las decisiones son cada vez más importantes y nos vamos dando cuenta que, al final, nadie está seguro de cuándo una decisión era la verdadera, porque no existe ese camino. Pero lo que sí que sabemos es que hay veces en las que debemos tomar el más difícil aunque sea el que duela porque ese debería ser el correcto. Claro que, ¿quién está seguro de que sea el correcto?

Y por eso muchas veces preferimos equivocarnos y seguir eligiendo el que no duele o el que nos facilita las cosas. O pasamos de elegir. "¡Ya el tiempo dirá!, ¡ya decidiré otro día", pensamos. Pero en el fondo sabemos que no lo estamos haciendo bien porque a pesar de que muchas veces la vida es injusta y aunque tomemos la supuesta decisión correcta, vemos que no ha servido de nada, no podemos quedarnos de brazos cruzados y no decidir, dejando que pase el tiempo, que ese ser tan maravilloso en el que íbamos a convertirnos sea algo totalmente vulgar, incapaz de decidir por miedo a qué pasará, a arriesgarse, al dolor...

Y llega un momento en que, si los distintos acontecimientos no lo han hecho por ti, tienes que plantarte y decir un ¡hasta aquí!. Y es entonces cuando dices ese "no" al que le gustaría ser un "si", al que le gustaría cambiar... pero que sabe que por mucho que lo intente, por mucho que se disfrace de "si", al final va a tener que desnudarse y no va a ser más nada más que lo que es un "no". Pero, ¿y si ese "no" hubiese podido convertirse en un "si"? ¿Y si en este caso la decisión errónea era el "no"?

Al final, hagamos lo que hagamos, vamos a tener esa duda porque nadie sabe qué es lo correcto, porque nadie está seguro de si su decisión será la mejor entre las distintas opciones. Si ese "no" realmente tenía que ser un "no". Pero en eso consiste madurar, en decir "no" cuando era un "si" y, quien sabe, quizá en darse cuenta que ese "no" sí que puede ser un "si" y ser también capaz de rectificar.

Hoy decidí comer lentejas. Y tampoco me han sentado tan mal


Pd.Iba a participar en la Semana temática de la UC3M que propuso Laura pero... lean el título de mi blog y entenderán la ausencia de post. Eso sí, llegará pero por supuesto, ya tarde.


lunes, 19 de octubre de 2009

¿Ingeniera? No, periodista inteligente

- Me he comprado un TDT y un disco externo multimedia para grabar los programas ahí pero no sé usarlo. ¿Me enseñas?
- Ay, que se oye pero no se ve la tele... Mira a ver que pasa
- La impresora hace cosas raras... A ver si ves porqué es

Seguro que más de un ingeniero se siente identificado. Claro que en este caso el receptor de todos estos mensajes no es nada más y menos que una periodista. Y aquí es cuando diré, ¡ingenieros que creeis que acaparais todas las quejas / problemas tecnológicos, fastidiaos! ¡A mí también me llegan! ¡Yo también puedo quejarme! Y encima mi hermano sí que es ingeniero.

¿Por qué teniendo un super hermano ingeniero (el super seguro que se le pone mi madre que normalmente parece que tiene sólo un hijo) la que pringa en cuestiones tecnológicas es la pobre periodista? Las diversas razones darían para un análisis demasiado pormenorizado de las diferencias, aparte de las físicas, entre mi hermano y yo.

Y a pesar que una amiga me dio el otro día la razón por la que me toca pringar : "Eres licenciada en Periodismo y en C. Audivisual, ¿no? Pues poner el TDT es algo muy audiovisual"; el motivo de este post no es otro que dejar bien clarito que no sólo los ingenieros son los solucionadores del mundo, también los que hemos optado por otras carreras. Y podemos ser muy habilidosos. Que yo se montar un ordenador y no he pisado una facultad de informática más que para pasearme por la biblioteca.

lunes, 5 de octubre de 2009

El día que Murphy descansó

Murphy se ha equivocado. Iba a empezar diciendo que soy inmune a Murphy pero todos ya sabemos que en mi caso eso es mentir, y mucho. Pero, por una vez, Murphy no hizo mella en mi vida. Estaría de vacaciones.
Desde hace casi un año tenía pensado organizar una comida en la casa de mi madre del pueblo. Ella es segoviana y varios de mis amigos querían comer cochinillo. Mi idea fue: pasamos el día en Segovia y para evitar que nuestras economías se resientan más, nos acercamos hasta el pueblo de mi madre y allí nos comemos un cochinillo. El único problema en esa idea era el principal: que a mi madre no le importase que varias personas ocupasen la casa. Quien conozca a mi madre sabe que eso era un gran problema que solucioné planteando la comilona en el patio, en la mesa de ping-pong. Así se entraba en la casa únicamente para ir al baño. Ya sólo faltaba que todos nos pusiésemos de acuerdo en un día. Fueron pasando los meses, justo antes de exámenes que era la mejor fecha no se pudo, pasó el verano y en septiembre ya me puse seria. Tras hablar con todos planteé el primer fin de semana que todos teníamos libres: el de 3-4 de octubre. Y recé para que no lloviese e hiciese buen tiempo. Y aunque suene a mala persona también recé para que mis padres no pudiesen ir y estuviesen sólo mis tíos. Vuelvo a decir que quien les conozca sabrá el porque. Mis padres estuvieron, se comportaron como unos grandes anfitriones (mi padre hasta sonrió y mi madre enseñó toda la casa) e hizo un tiempo inmejorable.

Tras muchos emails decidimos que no íbamos a ver Segovia ni La Granja sino el castillo de Coca ya que sólo yo había estado allí. Pensamos que las 12 sería una buena hora y quedamos que nos veíamos allí y que cada uno fuese como pudiese (unas íbamos de Alcalá, otros de Madrid, otros de Galapagar...). TODOS, es decir, diez personas llegamos tardísimo por lo que nos quedamos sin visitar el castillo que cerraba las puertas a las 13,30h por lo que Decidimos que no nos íbamos a arriesgar intentando otra visita y que íbamos directamente a mi pueblo.

Acojonada (es decir, con una histeria que no podía con ella) llegue con mis amigos a la casa de mi pueblo. Presenté a todos y fuimos directos al patio, que gracias al esfuerzo de mi madre y mi tía estaba decoradísimo y limpísimo. ¡Habían recogido flores y colocado tiestos para adornar! Creo que mis amigos no se fijaron en eso porque mi familia les entretuvo con historias de mi infancia, historias que yo prefería que estuviesen en el olvido… y para salir del paso decidí que nos íbamos de allí a tomarnos una caña a la plaza del pueblo mientras esperábamos el cochinillo y a los dos que nos faltaban. Y aquí me vengué de ellos… no lo saben pero en todo momento estuvieron observados por una tía de mi madre que vive en la casa de enfrente (una casa de la que hasta comentaron).

Con el cochinillo bajo el brazo y el estómago lleno de coca cola y cerveza nos volvimos a nuestra mesa de ping-pong para disfrutar de todo lo que nos tenían preparado mis padres y tíos. Como mi tíos nos iban a abastecer de la bebida (entre ella un vino del que prefiero no saber el precio y del que el novio de una, por majo, consiguió una botella), mi madre para no ser menos decidió hacer una sopa de ajo y que fuese toda la comida 100% castellana. Menos mal que no me hizo caso porque le dije el día anterior “si eso seguramente que no le gusta a nadie”. Una olla vacía demostró que me equivocaba. Esto era un empate en toda regla: mama 1- tía 1 así que esta última decidió desempatar ¡haciendo el postre y con una caja enorme de bombones!.

Como este post está quedando muy largo resumiré la comida contando cómo mi tío, que estuvo casi toda la primera parte de la comida con nosotros, siguió contando historias sobre mí y cayó ante los encantos del novio de una de mis amigas, mi madre y mi tía e incluso ¡mi padre! derrocharon simpatía. Y por fin, mis amigos pudieron escalar las piedrecitas de Peñamora y descubrieron que mi pueblo no tiene nada que ver con el de las gominolas.

Y yo por mi parte, descubrí que hacer una buena acción (llevar a tus amigos a comer cochinillo) tiene sus beneficios.


lunes, 28 de septiembre de 2009

La culpa fue del tenedor

Tengo bolsos de verano y de invierno, me gusta llevar los zapatos, el bolso e incluso el abrigo a juego y también soy capaz de combinar los platos con el mantel y las servilletas. Todo esto me viene de mi madre, que la mujer me enseñó bien ( o mal, según se mire). Claro que, gracias a sus manías, por su culpa y la de un tenedor, hoy he perdido el bus.

En todas las casas que conozco, uno abre el cajón de los cubiertos y ¿qué se encuentra? Cubiertos de diferentes estilos (sobre todo, con el mango distinto). Pues eso no sucede en mi casa. Todos los cubiertos deben ser iguales, excepto el tenedor que se usa para cocinar (por ejemplo para batir huevos) o los cubiertos que mi madre nos compró a mi hermano y a mi cuando comenzamos a llevar tupper al trabajo.

Por supuesto, no sé el precio de los cubiertos de mi casa (sí el de mis cubiertos del tupper que fueron adquiridos en unos chinos) y aunque no fueron una adquisición del Ikea tampoco creo que fuesen muy caros (y menos tras tantos años de uso). Asi que cuando esta mañana, yo que ya llegaba tarde al curro, he ido a coger mi tenedor del tupper y he visto que no estaba he optado por coger cualquier otro tenedor. Ay, que inocente fui pensando que iba a salirme con la mía. Mi madre que ha visto lo que he echo, se ha puesto nerviosita y me ha dicho que ni se me ocurriese. Y ale, a buscar el tenedor el en lavavajillas, fregarlo y secarlo....

He perdido el bus, he llegado tardísimo a currar porque a esas horas sólo tengo un bus cada hora pero eso sí, hoy comeré como todos los días con mi tenedor comprado para tal propósito.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Porque es mejor no hacer planes

Yo no sé porque me paso el día preocupada en hacer planes. Si luego me cambian todo en el último momento... Claro que quien me conozca dirá algo parecido a "¡pero si nunca estás en casa, no se de que te quejas!". Ya, pero porque al igual que tengo facilidad para planificar días y días y que luego se cancelen esos planes, tengo facilidad para encontrar (o mejor dicho, que me encuentren) nuevos planes.

Esta ha sido mi reflexión del día tras llamarme una muy buena amiga. Me ha llamado para comentarme que este finde estaba sola y que era toda mía.... y yo que había hecho ya 100% planes distintos he decidido que iba a cambiarlos todos. O mejor dicho, a reordenarlos.

Mi fin de semana en un principio iba a ser algo parecido a el viernes cenar y dormir en Madrid y al día siguiente disfrutar de un día sin planificar. Quizá por las tardes irse de compras pero eso sí, volver a Alcalá ya tarde y eso tras rechazar (por varios motivos) el plan de ir pasar el día a Navalmoral y tener que decir que no a una fiesta de pijamas. Ayer se quedó en cena, vuelta a casa a dormir y sábado haciendo diversas gestiones y salida de fiesta por la noche. El domingo por la mañana asistir al rodaje de una amiga y volver a casa.

Hoy tras hablar con una amiga se ha quedado en esto: viernes salir a cenar y dormir en Madrid, al día siguiente madrugar para ir al mercadillo de Majadahonda, comer por ahí, ir al cine, pasar por la fiestecilla de unas amigas por la noche y luego salir con otras por Madrid, dormir - en Madrid- , ir el domingo por la mañana al rodaje de una amiga, supuestamente quedarme con ella a comer y por la tarde, por fin, volver a casa. Y si tengo feedback, por supuesto, aprovechar la tarde para tomar un café o unas cervezas. Lo que si sucede podría generar otra tarde estresante.

A ver en que queda todo.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Hace un año....

El viernes tuve un horrible día en el trabajo y por las fechas que eran me puse a pensar y a darme cuenta que ahora en septiembre hacía un año de muchas cosas.

Hace un año estaba a punto de presentar el proyecto fin de carrera y con eso acababa Comunicación Audiovisual. Entregar el proyecto era el último paso (aunque Periodismo lo había terminado ya), el momento más esperado desde hacía muchos años cuando decidí que quería ser periodista. Atrás quedaban discusiones con padres y profesores por querer elegir esta carrera, clases cogiendo apuntes y otras en el césped, exámenes de todo tipo en febrero, junio e incluso septiembre, muchos trabajos y prácticas. El presente, lleno de ilusión. Un año después, poco ha cambiado.

Hace un año en el periódico en el que estaba me ofrecieron quedarme. Era un buen empleo y un buen sueldo. Pero lo rechacé por acabar la beca/empleo en el que estaba pensando que era lo mejor. Me equivoqué. Si ya era difícil conseguir un buen empleo de periodista, intentarlo recién licenciada en medio de una crisis, aún peor.

Hace un año dejé al joven con el que estaba saliendo porque la historia no daba para más. No me arrepiento de esa decisión pero fueron casi 4 años y es lógico que en muchos momentos le he echado de menos. Eso sí, hoy volvería a hacer lo mismo.

Hace un año estuve dudando si apuntarme a Ciencias Ambientales o no por la UNED. Y me pudo más el miedo a hacerlo por lo que ahora que me he apuntado me he dado cuenta que es como si hubiese perdido un año.

En todos estos pensamientos estaba, junto con mi mosqueo por el curro, cuando al entrar en la estación de cercanía de Getafe Centro se me acercaron unas jóvenes con una hucha. "Una ayuda para la lucha contra el Alzheimer", me dijeron. Recogían fondos porque el lunes, mañana, es el Día Mundial del Alzheimer.

Entonces me di cuenta que yo podía recordar todo lo que había hecho hace un año y que por muy malas que me pareciesen ahora algunas de mis decisiones, sin ellas y sin su recuerdo no habría llegado hasta donde estoy ahora. O no sería capaz de saberlo, que es aún peor.

Ojalá la medicina pueda vencer a esa enfermedad para que todo el mundo sea capaz de recordar lo bueno y lo malo porque al final es lo que nos hace estar vivos.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Bolsa de pipas como preservativo

Un compañero del curro me ha pasado hoy esta noticia. Los comentarios no tienen desperdicio

Una pareja usa una bolsa de pipas como preservativo La chica tuvo que ingresar en el servicio de Urgencias de un hospital vasco para que le extrajesen el envoltorio Una joven tuvo que ser atendida en Urgencias por intentar mantener relaciones sexuales con una bolsa de pipas a modo de preservativo. El caso lo relata El Correo, que explica que la "fogosidad" del momento llevó a la chica a usar el envoltorio del fruto seco. El hallazgo tuvo lugar en el hospital de Cruces hace unas semanas. Sus facultativos no dieron crédito, aunque la pareja trató de dar explicaciones respecto a su decisión extrema de usar un paquete de pipas como si se tratase de un condón. Aunque parezca mentira, casos como éste "pasan más a menudo de lo que nos podemos imaginar", declararon los médicos al diario vasco.
6.0 6 PIOLIN 04-08-2009 13:03:49 ¿Bolsa de pipas para el pajarito.? No tenía un pajarito tenía un loro
29.0 35 igoretas 04-08-2009 09:51:29 Si la cosa falló, propongo que al niño le llamen Facundo.
12.0 16 Diego 04-08-2009 12:01:26 Con lo difícil que es ligar en Bilbao, no queda de otra que entender al chico, tenía que echar mano de lo que fuera.
7.0 9 cambadela 04-08-2009 10:57:08 Esto pasa porque el tio seguro no mojaba desde hace muchisimos años y si aparece una oportunidad se hace cualquier cosa.
12.0 16 CS 04-08-2009 10:45:28 A mi lo que me parece raro es que no fuese a urgencias el amigo, por que con la sal de las pipas se le pudo poner el capuyo como un pimiento.
12.0 16 Marta_OW 04-08-2009 10:25:05 Me parece que no se enteraron bien de qué significa "pasarlo pipa", cuando lo dije, no me refería a eso, animalitos.
8.0 14 sevillano 04-08-2009 10:09:08 lo mismo en su casa tiene los frutos secos metidos en condones
12.0 18 igoretas 04-08-2009 09:12:16 Yo soy más de bolsa de cheetos sabor a queso, eso sí tamaño familiar ¿¿eehh??, lo único que luego ando con la pilila anaranjada y oliendo a quesazo durante un par de semanas.
18.0 20 pringles 04-08-2009 02:56:40 janette, quedamos este finde?. Yo llevo el tubo de pringles...
18.0 34 libertad 04-08-2009 00:24:28 esta pareja probablemente eran ultracatolicos : "el Papa nunca dijo que usar una bolsa de pipas fuese pecado"
2.0 10 Pipo 03-08-2009 22:59:34 Ya tiene inspiración el Leonardo Dantés para su próxima canción.
44.0 50 leonboy 03-08-2009 22:43:10 Pipas y casquete, todo en el mismo paquete.
17.0 19 Mr.condom 03-08-2009 22:36:43 PIPEX: fuertes sensaciones
54.0 56 gosbaro 03-08-2009 22:26:15 Pipas facundo, un placer de este Mundo
29.0 45 trueno 03-08-2009 19:01:48 que buena idea, podrian fabricar control, con sabor a pipa, o chorizo iberico, para la hora del aperitivo
41.0 63 chuck 03-08-2009 18:53:31 pero, ¿con las pipas dentro? espero que no fueran sabor tijuana...

Los cometarios de otros periódicos como en Público tampoco tienen desperdicio

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Prost!

La semana pasada en Alcalá se celebró la Oktoberfest. Mis compañeros del Diario me pidieron que escribiese un pequeño artículo sobre este evento. Aquí os lo dejo:

He bebido una jarra de cerveza de un litro de Hofbrau y también de Paulaner, he tomado chucrut y codillo…. pero nunca he estado en la Oktoberfest. Reconozco que por más que siempre he dicho “de este año no pasa” al final nunca he podido ir. Por fin, este año voy a vivir mi primera Oktoberfest. Eso sí, será en la plaza de toros de Alcalá, por lo que no podré decir lo de “Ein Bier, bitte!” ni esperaré en mesas pensadas como mínimo para diez personas a que una joven peinada con dos largas trenzas y vistiendo una camisa blanca y una falda hasta las rodillas traiga varias jarras de cerveza, también pensadas para un mínimo de diez personas, diez estómagos o diez gargantas (como la mía). A cambio seguro que la cerveza estará fría –allí se toma del tiempo- y podré acompañarla de unos cacahuetes o con una buena tapa. Pero, no será lo mismo aunque el líquido ingerido sea igual y me vuelvan a decir “¿pero vas a ser capaz de beberte eso?”.

Aún así cuando me beba mi maß pensaré que estoy en el Theresienwiese bajo la atenta mirada de la patrona de Munich y mientras choco las jarras con mis amigos gritando “Prost!” –y mirándoles a los ojos para no tener mala suerte- pensaré “del próximo año no pasa”.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Conclusiones de un viaje a Mérida



Tras prometer que este será uno de los últimpos post que escriba no serios, paso a relatar todas las conclusiones a las que he llegado durante el fin de semana.

  • La Luna en Extremadura es más grande. Pero sólo fue más grande el rato que yo miré a través del bus y grité a mi amiga "¿Eso es la Luna?"
  • Los autobuseros extremeños son simpáticos y unos cotillas. Además de que a la ida el autobusero amigo del autobusero que le acompañaba en el viaje intentó ligar conmigo sin éxito (lo que explicaré en el apartado correspondiente), el joven decidió escuchar nuestra conversación y no cortarse ni un pelo. El de la vuelta estuvo quejándose de internet pero ya era muy simpáticoy no dudó en pedirnos agua
  • Siempre que voy a Extremadura debo volver con pimentón. Porque si la señora Mari Carmen quiere "pimentón de la marca esa que venden ahí al lado de eso", su hija averigua que eso es el museo y que existe una tienda de productos extremeños al lado del museo. Y consigue que la acerquen para comprar el pimentón esperando que la marca que le venden (la única) sea la "marca esa".
  • Salir por la feria significa irse a la caseta- discoteca del PP o del PSOE. Por supuesto, la que mola es la del PSOE aunque pongan una canción de Xuxa a mitad de la noche.
  • Si te pides un vino en la feria, te dan otro. O al menos a mí. Además, sólo hay un puesto de vino.No saben escribir "hay hielos" y esta foto lo demuestra.
  • Sus atracciones son muy raras. Y os lo digo yo que me subí a su versión de la cárcel y la de las ferias madrileñas le da miedo.
  • No vuelvo a irme con mi amiga. Para ella se debería crear una frase como la de "tiran más dos tetas que dos carretas" pero en versión hombre.
  • Los extremeños no saben ligar. Empezando por el conductor amigo del conductor que no se cortaba un pelo a la hora de mirarme, de poner la oreja o de simplemente buscar en la lista de pasajeros hasta donde íbamos (eso sí, el tío estaba muy bien). Tras el autobusero apareció el amigo del "nuevo amigo" de mi amiga para el que darle a entender "soy simpática contigo porque pareces majo y sino te aburres" no debía de existir y se pasó toda la noche o a un lado o intentando (no se cansaba) ligar diciendo tonterías, tales como "es que te caigo mal?". Pero además aparecieron otros que para ligar te cogen hasta del brazo. Claro, como la mitad no sabe hablar...

martes, 1 de septiembre de 2009

Qué les pasa a los hombres

Sí, es el título de una película que van a estrenar esta semana, ¿y? Resume perfectamente este post. Tenemos varias situaciones:
  • Chica (X) conoce a chico (Y). A Y le gusta X pero X , a pesar de las cualidades de Y que se aprecian a simple vista, pasa de Y. Sin embargo, al final de la noche Y consigue el teléfono de X que en vez de irse con Y se va con Z (otro chico) Por supuesto, X piensa que Y no le va a escribir, básicamente porque entre Y y Z eligió a Z. Error. Y escribe a X. ¿Qué les pasa a los hombres?
  • X conoce a Y. Y se enamora de X (aunque no haya pasado nada). X le manda a la mierda repetidamente. Y no se da por aludido y acosa a X. ¿Qué les pasa a los hombres?
  • X es amiga de Y. Entre X e Y existe atracción. Tras mucho tiempo sin saber nada el uno del otro Y contacta con X. X responde al contacto pero Y no contesta. ¿Qué les pasa a los hombres?
  • X pasa una noche agradable con Y tras una previa conversación de "no busco nada serio", concepto que muchos hombres alaban. Y acaba colgado de X y comienza a intentar algo serio con X que, por supuesto, no quiere nada serio con él. ¿Qué les pasa a los hombres?
  • Y es " Mr.Big". Mr. Big (para quien no haya visto Sex and the city) es el hombre presente en la vida de muchas mujeres y del que ella está locamente enamorada. El contrario del Pagafantas. Hay varios tipos de Mr.Big: el que como mucho sólo da algún que otro beso a la chica en cuestión, el que se acuesta con ella pero no busca nada serio (al contrario que ella) o el que directamente queda con ella para, antes de que suceda algo, mandarla de vuelta a su casa. En estos casos X suele ser incapaz de reaccionar ante Y y siempre vuelve. Este es el único hombre a la excepción "no quiero una relación seria. ¿Qué les pasa a los hombres,?
  • Por úlitmo X conoce a Y. X e Y pasan una agradable tarde/noche/mañana. X e Y siguen con sus vidas.

Por supuesto, la conclusión parece muy clara en estos casos: o es X quien no pilla la negativa o es Y. Fácil y sencillo. Pero no lo es.

Pd1. Como al final nada es o si o no, en el caso de la situación primera, X está decidiendo si darle una oportunidad a Y (al menos por echarle huevos y escribirla).

Pd2. En cuanto a los hombres inmersos en una relación, ya tienen suficiente sus parejas con hacerse esa pregunta para, además, tenerlos que nombrar aquí.

miércoles, 26 de agosto de 2009

La marabunta o cómo descubrí que el Alcalá tiene bastantes fans

En esta entrada iba a explicar cómo encontré un zapato gracias a una avispa pero casi muero a manos de una marabunta. Y todo por intentar volver a ser una joven deportista.
Todos los días digo que voy a salir a correr, actividad que suelo cambiar por ir a tomar cañas en un 90% de los casos . Y del 10% que queda, en un 9% de los días me puede la vaguería. Total que al final sólo salgo a correr un 1% de las veces que supuestamente iba a hacerlo. Hoy ha sido un día de esos, de ese pequeño tanto por ciento.
Como no podía hacer mi recorrido "habitual" ya que la zona está ocupada por la Feria (y por media ciudad) decidí tomar la ruta alternativa a pesar de que significaba pasar cerca del campo de fútbol del Alcalá y hoy había partido. Al salir de casa, oí mucho alboroto y pensé que el encuentro había acabado o estaba en su rect final. ¡Ay, que inocente fui!
Decidí no arriesgarme e irme por la calle paralela al estadio para evitar cruzarme con los seguidores del Alcalá y tras casi 30 minutos corriendo volví por la calle del estadio pensando que ya no habría nadie (y por costumbre). El resto es fácil de imaginar. Justo en el momento en el que yo pasaba por delante del estadio salían todos los fans del partido y cada uno tomaba a la dirección que más le convenía quedándome atrapada en medio de un montón de gente que me rodeaba y no me dejaba pasar. ¡Quién habría pensado que un equipo de segunda B tendría tantos seguidores!

lunes, 24 de agosto de 2009

La número 11

Y rompí ( o se rompió) el tacón del zapato. A las 7,44 horas según llegúé a la renfe. Podría contar lo triste que estoy por mis zapatos, lo bonitos y cómodos que eran y, por supuesto, que me costaron un dineral pero como esto no es Sexo en Nueva York sólo diré que por culpa del zapato he tenido que volver a casa y he perdido los autobuses que me dejan a horas normales en el curro por lo que hoy, que quería salir pronto, llegaré tardísimo al trabajo. Eso sí, al menos he aprovechado el tiempo para escribir este post y desayunar.

El comienzo II

Ya que no soy tan vaga, voy a acabar los antecedentes para llegar a diez:

7. Rompí el cristal de la nevera porque metí una tarta caliente (y como era consciente que estaba caliente la saqué del horno con los guantes especiales y la puse en la encimera encima de unos salvamanteles para echarle la mermelada. Y a continuación la metí en la nevera)

8. El tren que me llevaba a Heidelberg se rompió a 3 min de la estación de destino y tardé una hora más en conseguir llegar a Heidelberg.

9. Fui a las pre - campanadas superhormonada (aunque no recuerdo mucho las consecuencias) y, por si alguno no considera esto importante añado que casi se me quema una habitación por culpa de una camiseta y una lámpara.

10. Tras ir a un bar gay de Estrasburgo en el que me tomé un cubata de Tequila-Ginebra-Vodka (por 12 euros), coger preservativos y lubricantes para gays, acabé la noche sentada entre las dos puertas del hall del hotel bebiendo horchata y comiendo fatones y almendras garrapiñadas.

El comienzo

Hoy estuve tomando cañas con una amiga. Si ya sé que eso no es raro. Y también me compré dos pares de zapatos (ya, que tampoco es raro) pero visto que la joven me consideraba bastante vaga y que como no estoy muy segura si es que mi vida es un poco rara o es que a mí me lo parece he decidido abrir un blog. Con esto demostraré no sólo a mi amiga que no soy tan vaga como parezco sino que podré tachar otra actividad de esa lista (si, imaginaria) de cosas que siempre dije que haría.

Lo primero es presentar los antecedentes que me han hecho darme cuenta el porqué debía tener un blog. Y es que en más o menos un año:
1. Se me ha caído un coche por una cuesta
2. También se me ha caído el techo del curro (de un edificio nuevo)
3. Mi profesora del proyecto me abandonó unos días antes de presentarlo
4. Haciendo el camino de Santiago coincidí con un joven que resultó ser el primo de una compañera de la uni.
5. Estuve en Estrasburgo dos veces, una de ellas durante una semana y me quedé sin ver la catedral. Eso sí, vi la ciudad tomada por la OTAN.
6. Ahogué un móvil en un litro de cerveza (En la cervecería más famosa de Munich. Yo siempre con estilo, claro)

Y seguro que muchas más, pero 6 ya son razones suficientes y esto ni son los mandamientos ni un decálogo.