domingo, 14 de abril de 2013

Eliminando expectativas, creando identidades

Tener un buen trabajo, el matrimonio perfecto y un hijo antes de los 30.

¡Cuántas personas habrán dicho esta frase -o alguna simliar- en las últimas décadas! Es más, reconozco que, hubo un momento de mi vida en la que yo también pensaba y argumentaba en este modo de vida que, nuestra sociedad, nuestros padres y amigos nos imponían.

Por ejemplo, recuerdo como hace una decada,  argumentaba que antes de echarme novio me iba a ir fuera de España a estudiar un master.  Yo, siempre tan práctica era consciente que eso de estudiar en un pais y tener el novio en otro lugar, no era muy aconsejable (y menos cuando no existia FB, Whatsapp ni Skype) ¡Si es que yo tengo que tener genes teutones, que a pragmátcia no me gana nadie!

Por supuesto luego venia el Happy Ending: encontrar el trabajo perfecto, enamorarme y criar uno (o dos hijos). Vamos, lo que todo el mundo espera de ti, ¿no?

Si bien, no me parece nada mal este modo de vida (en el fondo es lo que todos buscamos con alguna que otra variación), el problema viene cuando estas expectativas o no se cumplen o descubrimos que no nos hacen felices.  Que la vida no es una película de Disney.

A lo largo de nuestras vidas, muchas veces nos dejamos guiar por lo que nos dicen, buscamos recorrer ese camino que nos han marcado como correcto olvidando que no existe sólo un sendero y que lo único que nos impide ser felices es nosotros mismos. ¿Es que acaso estudiar medicina, si lo que a ti te gusta es la historia te va a hacer más feliz? ¿Acaso tener una ingeniería te garantiza unas condiciones de vida mejores? Es más, ¿que significa tener unas condiciones de vida mejores? Y ¿por qué siempre que una mujer se aparta del camino establecido y decide, o bien no tener hijos o ser madre soltera recibe multitud de criticas? ¿Resulta que la hormona de la felicidad se encuentra en tener un cuerpo 10? ¿Por qué tiene que decidir nuestra sociedad cuál es la mejor opcion para nosotros, que es lo que nos tiene que hacer felices? Al igual que existen personas que encuentran a la pareja perfecta a los quince años,  existen otras personas que hayan varias durante su camino, o que simplemente deciden que son felices solos. Igualmente, con el trabajo.

No estoy diciendo que estas expectativas sean erróneas; las considero de lo mas normales.  Si no que, cada individuo, cada humano debe construir nuestra propia identidad, coincida o no con estas expectativas y sobre todo, a su ritmo. Asi, no iremos avanzando en un camino hacia la felicidad sino que iremos teniendo pequeños momentos de felicidad a lo largo de nuestro camino. Y nos evitaremos muchas depresiones.Y esas famosas crisis de los 30, de los 50....

Deberiamos dejar de creer en el cuento esde de "y vivieron felicies para siempre". No existe un camino que acabe con un letro de neon que diga: Welcomo to la tierra de la felicidad. Ésta se encuentra en cada uno de nuestros pasos.

Sólo la conseguiremos si somos nosotros, y no nuestra sociedad, los que creemos nuestra propia identidad. Y, además, afortunadamente, nuestra identidad va cambiando y gestándose con los años. ¿O acaso tenemos los mismos gustos con treinta años que con siete?






2 comentarios:

Patricia Vera dijo...

Qué razón tienes. Nadie se libra de las críticas. En mi caso, me encontré con esa vida (casa, trabaji, marido, niños) pero no la busqué del todo, mis expectativas iban por otro sitio pero al final he acabado haciendo lo tradicional (al menos hasta ahora). Pues siempre hay quien te hace sentir que tendrías que haber estudiado fuera, haber tenido más novios o cualquier otra cosa. Y un día te das cuenta de que eres feliz con las cosas como te han ido y decides ignorar tus expectativas anteriores y, por supuesto, a la gente. Qué sería del ser humano si no cambiara.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo. Nunca debes comulgar con ruedas de molino. Y de eso se bastante. Que nadie tenga miedo a romper con los esquemas de los demás.