lunes, 24 de agosto de 2009

El comienzo

Hoy estuve tomando cañas con una amiga. Si ya sé que eso no es raro. Y también me compré dos pares de zapatos (ya, que tampoco es raro) pero visto que la joven me consideraba bastante vaga y que como no estoy muy segura si es que mi vida es un poco rara o es que a mí me lo parece he decidido abrir un blog. Con esto demostraré no sólo a mi amiga que no soy tan vaga como parezco sino que podré tachar otra actividad de esa lista (si, imaginaria) de cosas que siempre dije que haría.

Lo primero es presentar los antecedentes que me han hecho darme cuenta el porqué debía tener un blog. Y es que en más o menos un año:
1. Se me ha caído un coche por una cuesta
2. También se me ha caído el techo del curro (de un edificio nuevo)
3. Mi profesora del proyecto me abandonó unos días antes de presentarlo
4. Haciendo el camino de Santiago coincidí con un joven que resultó ser el primo de una compañera de la uni.
5. Estuve en Estrasburgo dos veces, una de ellas durante una semana y me quedé sin ver la catedral. Eso sí, vi la ciudad tomada por la OTAN.
6. Ahogué un móvil en un litro de cerveza (En la cervecería más famosa de Munich. Yo siempre con estilo, claro)

Y seguro que muchas más, pero 6 ya son razones suficientes y esto ni son los mandamientos ni un decálogo.


1 comentario:

un informático en cliente dijo...

Joe, me daba yuyu que tu primer post no tuviera ningún comentario, y la verdad que me ha dejado impactado lo del coche y lo del techo.

Ah! para los lectores puedo corroborar que es una de las chicas más ocupadas que conozco.