viernes, 15 de octubre de 2010

La clase 215 y la dimensión desconocida

Como es la primera semana y somos "los raros" de la universidad (nadie tiene claro a qué Departamento pertenecemos, tanto que tenemos nuestro propio instituto pero muchas clases nos las imparten profesores de otros centros) llevamos una semana en un contínuo cambio de clase.
El miércoles por la noche nos manda la coordinadora un email indicándonos que la clase de las 9 de la mañana del jueves iba a ser en el "Seminargebaude, en la clase 217".

"Seminargebaude... piso 2... aula 217 (el primer número es el del piso)", voy pensando mientras cojo el tranvía. Me encuentro a una compañera y pensamos que vamos un poco justas de tiempo pero que no hay problema. Sabemos la clase asi que todo está bajo control. ¿Seguro?

Tras recorrernos todos los pasillos de la facultad vemos que la clase 217 no existe. Es más, vemos que los números se quedan en el 215 y luego comienzan en el 220. Damos vueltas y vueltas,de un pasillo a otro, preguntamos a estudiantes, a profesores, miramos los planos... Y entonces caemos que el 217 y el 218 son los baños. ¿Vamos a dar la clase en un baño?

"¿Será en otro edificio?", nos preguntamos porque esa mañana las dos habíamos comprobado el correo y no había nada sobre cambio de clase.

Vamos a otro edificio y ahí tampoco es. La 217 es un cuarto de limpieza. "Bueno pues, volvamos a nuestro edificio". Si la clase empezaba a las 9 de la mañana ya hace más de media hora que comenzó pero la idea de no encontrarla es superior a las ganas de irse a tomar café y pasar de todo.

Asi que, ascensor hasta el primer piso. "¿Hola? Si aquí no hay nada. Hemos bajado un piso de más. Subamos de nuevo". Damos al botón del ascensor, no va. Subimos las escalares y verja cerrada. Puerta para salir con cartel de "no se puede salir". ¿Y ahora?

Finalmente consigo salir (por la puerta por la que no se podía... )cambiamos de edificio y descubrimos que ahí tampoco es. Ya que estamos, pasamos por la cafetería y volvemos a nuestro edificio. Otra vez... "¡si es que es imposible, la 217 es el baño de chicos que....!" "Mira Suki, han puesto tapando el número (asi no lo veíamos) un trozo de papel de cuaderno!" "¡Pone que la clase es en la 127"

Conclusión: Ana entra a clase a las 10 cuando acababa a las 10,30. Al menos el catedrático estaba en la Comisión Europea y la daba su "becario" por lo que no se molestó al vernos aparecer tan tarde.

3 comentarios:

Laura dijo...

Veo que ya estás totalmente adaptada a Leipzig, porque te pasan las mismas tonterías que en Madrid :P

Unknown dijo...

Ya tía... se nota que el problema soy yo y no la ciudad donde viva

La mujer del médico dijo...

Ay amiga haberte ido a por el café... pena de césped y sol... y unas bravas...